LA BIBLIA DE LOS LOCOS Capítulo 10º

LEGISLACIÓN SOBRE LA PASCUA.
Como lo pasado en Egipto para liberar al pueblo ha sido muy duro y trágico, más para unos que para otros, no podemos olvidarlo, no señor, así es que a recordarlo agradecidos, obedientes y sin comer nada fermentado.
LEY DE LOS PRIMOGÉNITOS.
No sé qué decir. Este asunto que el Señor Dios se trae con los primogénitos a mí me suena a obsesión. En fin que todos los primogénitos son suyos, si animales para ofrecérselos, si humanos para rescatarlos en su honor.
Además tengo una duda. ¿A qué edad deja uno de ser primogénito y de estar expuesto a una plaga de estas? Yo supongo que cuando ya eres padre y tienes un primogénito propio, al que trasladar este peculiar privilegio, ya puedes vivir tranquilo. Claro que si sigues soltero y sin primogénito, a lo mejor te pueden ofrecer a Dios en sacrificio a tus sesenta y tres años. Esto habría que aclararlo.

HACIA EL MAR ROJO.
Fiel a su costumbre, el Señor Dios, dirige al pueblo hacia el mar rojo, pero no directamente sino con rodeos, que conozcan mundo. También se preocupó de endurecer el corazón del Faraón para que salga en persecución de Israel. A lo mejor echaban de menos las plagas, esa incertidumbre de no saber con qué calamidad te vas a levantar mañana. No sé a que jugamos con esto del Faraón.
PASO DEL MAR ROJO.
Como más atrás se dijo, aquí tenemos de nuevo al Faraón y su gente en pie de guerra, a la búsqueda de calamidades, que las ya pasadas les parecían pocas. Yo creo que este hombre llegó a Faraón por oposiciones, porque solo así puede semejante mentecato llegar a lo más alto.
De los muchos prodigios que en este libro se cuentan, incluido el que nos ocupa, se deduce claramente que el Señor Dios tiene auténtica pasión por la hidrología. Diluvios insuperables, aguas que se convierten en sangre y ahora un mar que se abre en dos para que los hebreos pasen en seco. No tengo palabras. Por cierto, de los egipcios no quedó ni uno, toditos perecieron ahogados. Una cosa es hacer pirámides y otra muy distinta enfrentarse al Señor Dios.
CÁNTICO TRIUNFAL DE MOISÉS.
Tan increíbles acontecimientos, acabaron con los miedos y la incredulidad del pueblo judío que estalló en alabanzas. Todos alegres y contentos celebrando la victoria y Moisés eufórico que se arranca con el cántico triunfal del enunciado.”Al soplo de tu cólera / se agolparon las aguas, /se irguieron cual pilares / las corrientes; / se cuajaron los abismos / en medio de la mar.” Nos obsequia aquí el relato con un triunfal cántico pero, yo no me lo trago, a mí esto no me suena a juerga y alboroto del pueblo llano, yo más bien me imagino a Moisés cantando a sus alegres paisanos:
Allá va la jota paisanos:
Pa que a nadie se le olvideé
milagro tan tremebundo
voy cantaros esta jota
que la baile todo el mundo.

Caminando y caminando
llegamos a este lugar
atrás se quedó el desierto
por delante todo es mar

Por la espalda y a traición
salieron como animales
siguiendo a su Faraón
a repartir cardenales.

Eran más de mil egipcios
con hachas piedras y palos
todos feos como demonios
que daba terror mirarlos.

Pero el Señor de los cielos
que nos tiene gran cariño
por en medio de las aguas
abrió carretal camino.

Por allí nos escapamos
todicos perdiendo el culo
y cruzamos el mar rojo
aunque era verde oscuro.

En llegando a la otra orilla
el Señor obró el portento
los egipcios a remojo
y nosotros tan contentos.

Allá va la despedida
pa que nadie se me canse
nosotros bailando jotas
y el Faraón en paz descanse.
LAS AGUAS DE MARÁ.
Las aguas de Mará eran amargas y Moisés, siguiendo las indicaciones del Señor Dios, echó en ellas un madero y se volvieron dulces. ¿Cómo pudo ser? Una de dos, un milagro, que no sería el primero, que en este libro se cuentan muchos, o una mentira, que no sería la primera, que en este libro se cuentan muchas.
EL MANÁ Y LAS CODORNICES.”Toda la comunidad de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto diciendo: Ojalá hubiéramos muerto por la mano del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Vosotros, en cambio, nos habéis traído a este desierto para hacer morir de hambre a toda esta muchedumbre… El Señor dijo a Moisés: He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: a la tarde comeréis carne, y a la mañana os saciaréis de pan, así conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios.”
El hambre actúa sobre la memoria humana destruyéndola con velocidad mayor que ninguna de las enfermedades que hoy día conocemos, por eso los hebreos olvidaron rápidamente todos los prodigios y ayudas recibidas y reprocharon a Moisés el haberlos metido en semejante empresa. Moisés se lo comunica al Señor y se toman las medidas oportunas. Bandada de codornices que no se ve el sol y el maná que cae del cielo cada mañana. Cuarenta años les cayó el maná del cielo, que es como los choco crispis pero caduca a las veinticuatro horas para evitar codicias y atracones indeseables, que parece ser que los hebreos lo recogían con cierta ansiedad. Esto lo pone el libro.
LA ROCA DE ORBE.
Lo mismo pero con el agua, que en nada ayuda tanta comida si no hay agua con que acompañarla. Otro milagro y listo.
VICTORIA SOBRE LOS AMALECITAS.” Amalec vino a Rafidín y atacó a los israelitas.”
Allá se fue Josué, por orden de Moisés, a luchar. Moisés mientras tanto se subió a una colina con su querido bastón y alzando los brazos conseguía que Josué venciera en la batalla, pero cuando los bajaba era Amalec quien vencía, por eso, para que no desfalleciera, entre Aarón y Jur se los sujetaron en alto. Sorprende que, siendo elegidos del Señor Dios, tuvieran que recurrir a estos apaños después de asistir a milagros mucho más trabajosos y admirables. Aunque aquí no lo dice, yo me imagino que en los días posteriores a la batalla, Moisés estuvo desaparecido por causa de unas agujetas sobaqueras que lo dejaron prácticamente inválido.

VISITA DE JETRÓ A MOISÉS.
La familia es lo más grande. A Moisés viene a verlo su suegro, su mujer y sus hijos. Abrazos, saludos y charla al calor de la lumbre. Moisés que cuenta sus aventuras, que eran muchas y admirables, y los comensales que, yo supongo, roncan a pierna suelta, porque las aventuras eran apasionantes pero tantas…
CONSEJO DE JETRÓ A MOISÉS.
El suegro de Moisés, viendo cuanto trabajo tenía éste con la jefatura y administración del pueblo hebreo le dio unos consejos. Siguiendo el consejo de su suegro consiguió Moisés vivir más relajado, delegando en otros los asuntos de poca monta y ocupándose él de los más importantes. Pobrecito este Moisés, muchas luces no es que tuviera.
LLEGADA AL SINAÍ.”Yo llegaré hasta ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y tenga siempre fe en ti…Vete donde el pueblo y santifícalo hoy y mañana; que laven sus vestidos y que estén así preparados para pasado mañana, pues pasado mañana el Señor bajará al monte Sinaí a la vista de todo el pueblo…Guardaos de subir a la montaña y de tocar su falda.”
Atención todos que el Señor va a bajar hecho una nube espesa. Toditos preparados y con muda limpia. A ser obedientes, porque al que se pase de listo y se acerque a la montaña lo matamos a pedradas, y todos quietecitos hasta que suene el cuerno. El Señor bajará pasado mañana y hasta entonces nada de llegarse a ellas. Esto también se lo dijo el Señor Dios a Moisés.
APARICIÓN DIVINA EN LA MONTAÑA” El Señor dijo a Moisés: Baja y advierte al pueblo que no traspase el límite para ver al Señor, porque muchos morirían…Y el Señor dijo a Moisés: Baja de nuevo y sube luego con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir hacia el Señor, pues arremetería contra ellos. Moisés bajó hasta el pueblo y les dijo todo esto”.
Pues arremetería contra ellos, dice. Pero ¿de qué estamos hablando, del Señor Dios o de un helicóptero?
Tremenda aparición pero al Señor Dios, lo que es verlo, solo Moisés y Aarón lo vieron, los demás nada, se quedaron con las ganas. ¡Como para acercarse a la nube espesa!
EL DECÁLOGO.
Aquí el Señor Dios ya empieza a tener claro que al hombre, o lo mete en cintura con leyes, normas y preceptos, o el proyecto va a resultar francamente difícil de llevar a buen término. Por eso comunica a Moisés un decálogo de normas básicas de obligado cumplimiento. Son los diez mandamientos, esos que todos conocemos. Son diez de los que cada cual escoge tres, cuatro a lo sumo, y los cumple a rajatabla, el resto, si los cumple es por obligación y, si no, quedan convalidados. Quien en conciencia los cumpla todos que alce la voz y nos ilumine.
Y es que diez mandamientos son muchos y la mayoría tienen la misma palabra por principio. “NO”. No matarás, no robarás, no darás falso testimonio. La misma palabra, tantas veces repetida, crea un efecto rebote en el subconsciente, un velo de negatividad que en nada favorece su cumplimiento. Un aire más alegre y positivo me esperaba yo del Señor Dios. Yo insisto, al Señor Dios, por lo que sea, con el paso del tiempo se le está agriando aquel carácter de esperanzado creador de maravillas.
1º-“Amarás a Dios sobre todas las cosas.”
Bueno, vale. Sobre todo teniendo en cuenta la cantidad y variedad de penalidades y castigos con los que el Señor Dios te puede arruinar la existencia si no eres lo bastante cariñoso. En este libro hay buena muestra.
2º-“No tomarás el nombre de Dios en vano.”
En este caso, que a mí me resulta algo confuso, aplicaremos el mandamiento primero.
3º-“Santificarás las fiestas”
Siempre que tu empresa esté de acuerdo, porque sino santificarás los miércoles o el día que te toque.
4º-“Honrarás a tu padre y a tu madre.”
Pregunto yo: Una residencia de ancianos con personal cualificado ¿es honrarlos o no?
5º-“No matarás.”
Dicho así no parece dejar lugar a dudas, sin embargo en el relato anterior, el Señor en persona amenazó con matar a pedradas al que tocara la montaña sagrada. Mal ejemplo me parece a mí. No matarás, muy bien, pero entonces cómo puede un ejército aniquilar pueblos, bárbaros por supuesto, y presentarse a las puertas del cielo como si nada. O es que no matarás excepto si es en nombre de tu Dios, o de tu ley, o de tu gobierno, entonces mata tranquilo. ¿Y si tu prójimo siembra tu existencia con mil trampas y bajezas, si se comporta como un bárbaro, te ofende, se burla de ti, abusa y convierte tu vida en un calvario? No matarás, vale, pero, aunque no sea yo un patriarca, ¿No podría darle una somanta de palos como las que Moisés repartía?
6º- “No cometerás actos impuros”
¿De qué estamos hablando? ¿Comer sin lavarse las manos es un acto impuro?
7º-“No robarás”
Pero es que es tan ambiguo el concepto. ¿Qué es robar? ¿Quitar al prójimo lo que es suyo, a cara descubierta y con amenazas, o con nocturnidad y alevosía, o con engaño? ¿Sería también robar; el cobro de comisiones indecentes por parte de los bancos, la tarifación canallesca de los operadores de telefonía, lo que cobra un notario, el empleo de los bienes públicos en beneficio propio con vergonzosa ostentación?
Es tan ambiguo el concepto, tan relativo.
8º-“No darás falso testimonio”
Entonces lo más apropiado es estar callado.
9º-No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
¿Es que hay de otros?
10º-“No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca.”
¿Entonces por qué todo el mundo se compra el mismo coche, se quiere casar con la misma rubia, parecerse a algún cantante, vestirse como las modelos y aparentar lo que no es? Es que son demasiadas cosas.
Además, yo creo, se quedó corto el Señor Dios con su decálogo. Un decálogo que solo atiende a cuestiones humanas y materiales. Nada dice de cuidar y respetar el bonito planeta que nos soporta. Ninguno de sus mandamientos prohíbe, castiga, o amenaza con castigar, las conductas contra su inmensa obra, animales y plantas. Otros diez habrían hecho falta. No talarás árboles para lucrarte. No te apropiarás de las aguas de abajo que son de todos. No acapararás la simiente. No ensuciarás los ríos. No maltratarás al asno que te acarrea, ni al pájaro que te canta, ni al reptil que te huye. No especularás con la tierra que te sobrevivirá porque no es tuya. No consentirás la pobreza de otros mientras te sobre un solo grano de tu cosecha. Porque todo esto causa abominación a los ojos del Señor Dios y es razón para el exterminio. Y aquí es donde yo querría ver un Señor Dios enfurecido, cargado de azufre, aniquilando corporaciones, arrasando emporios, desollando avariciosos, repartiendo fogonazos, sembrando terror divino, amontonando cadáveres. Aquí es donde yo querría ver esa originalidad divina y cruel para el castigo. Aquí, y no abrasando ciudades por su afición a la sodomía y convirtiendo amas de casa en saleros.
En definitiva, nada mejor para el hombre que tener un bonito decálogo para poder ignorarlo.
EL CÓDIGO DE LA ALIANZA.
¡Ojito! Porque a partir de ahora entramos en harina de otro costal, en temas de leyes y justicia, y casi me dan ganas de buscar asesoramiento legal. De momento el Señor Dios le da a Moisés unos consejos referentes a los lugares y maneras de levantar altares en su nombre. Me llama la atención el siguiente mensaje.”Ni subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra allí tu desnudez.”
Intenté yo, en una primera lectura, comprender el mensaje dando por hecho que su significado habría de tener un espiritual sentido. Ya sabemos la fama que la Biblia tiene de estar escrita en clave, de esconder entre sus páginas mensajes cifrados que solo unos pocos inteligentísimos estudiosos podrían descubrir. Aunque yo no me tengo por tal, me puse a la faena para descubrir cuál era el fondo y mensaje de la sorprendente frase. Después de horas de estudio, noches sin dormir, cientos de documentos consultados, amenazas, presiones de todo tipo y encuentros con estudiosos del tema pude, al fin, completar la trascripción completa del mensaje que se ocultaba tras la curiosa frase. Intentaré decirla aquí con el lenguaje de uso más común, para que nadie me acuse de no ser lo suficientemente claro.
Este es el mensaje:”Moisés, no pongas mi altar en andurriales a los que haya que trepar por escaleras, porque desde abajo se te ven los huevos.”,
Yo no encuentro otro mensaje.
LEYES SOBRE LA VIDA Y LA LIBERTAD.
Aquí amigos míos se acabaron las historias y los épicos relatos que tanto nos divertían, aquí la cosa va en serio y el Señor Dios, que tanto favor ha hecho a Israel, pone ley y orden, porque a pesar de ser el pueblo elegido entre todos los pueblos de la tierra, el hebreo, tiene un carácter dificilillo, olvidadizo y algo respondón. Pero todo se acabó señores, aquí está el Señor Dios con un manojo de leyes, que el bendito de Moisés las apuntó todas, y ya el desorden y la improvisación pasaron a mejor vida.
Aunque el enunciado habla de vida y libertad aquí de lo que se habla es de esclavos. La propiedad de un esclavo hebreo caduca a los seis años. Si durante este periodo su amo le da esposa y esta le da hijos, cuantos más mejor, los hijos y la mujer pertenecen al amo. Claro está, que el esclavo no tiene que renunciar a su familia, que puede renunciar a su libertad y quedarse con ellos. Se le perfora la oreja con un punzón y listo, a disfrutar con su familia de una larga y venturosa vida de esclavo, que es un oficio como otro cualquiera y que ahora, en nuestro tiempo, abunda más que nunca.
De las esclavas ni hablamos, que ya todos sabemos cuanta aversión sentían por la mujer todos los que a escribir este libro se apuntaron. Tal vez se creían ellos más dignos y santos que la que les dio la vida, aunque le haya pesado mil veces.
EL HOMICIDIO.
Leyes sobre el homicidio que vienen a decir que el homicidio, entre hombres claro de mujeres no dice nada, con homicidio se cura. Excepción hecha cuando la víctima es esclavo, claro está. Por ejemplo:
”Si uno mata a palos a su esclavo o a su esclava, será severamente castigado. Pero si sobreviviere un día o dos, no, porque es propiedad suya”
Cuando uno se lía a palos detrás de un esclavo hay que saber contenerse, porque un palo de más, o un mal golpe y te cae un severo castigo. Por el contrario, si administras el castigo con la moderación justa, golpeando solo en aquellas zonas en que el palo no resulte mortal de necesidad, y procuras que la paliza provoque hemorragias internas que desemboquen en una muerte a medio plazo, un día o dos, puedes dormir tranquilo.
“Si unos hombres se pelean y golpean a una mujer encinta haciéndola abortar, pero sin ningún daño especial, el que la ha golpeado será multado con la cantidad que el marido de la mujer pida y decidan los jueces.”
Haciéndola abortar pero sin ningún daño especial. ¿Es que abortar no es un daño especial? A ver si alguna compañía de seguros me explica qué son daños especiales.
LEYES SOBRE LA PROPIEDAD Y LAS COSTUMBRES.”Si el ladrón, sorprendido en el acto de abrir brecha, es herido y muere, no habrá en ello delito de sangre; pero si el sol había salido ya, sí lo habrá.”
Ya lo dice el refrán; a quien madruga, Dios le ayuda. Hay que levantarse bien temprano a matar ladrones antes de que amanezca.
“No dejarás con vida a la hechicera. El reo de bestialidad será condenado a muerte… El que ofrezca sacrificios a otros dioses, fuera del Señor, será condenado a muerte.”
Demasiada inclinación a la pena capital. Aplicarle la misma pena al homicida, a la hechicera y al reo de bestialidad no lo veo yo equilibrado.
IMPARCIALIDAD EN LOS JUICIOS.”…No apoyes al que sostiene una causa injusta, dando falso testimonio… No intervengas en causas injustas…No aceptarás regalos, porque el regalo ciega incluso a los que tienen la vista clara y pervierte las palabras de los justos.”
Más claro el agua. Yo supongo que políticos y abogados están excluidos del obligado cumplimiento de tales preceptos
AÑO SABÁTICO.”Durante seis años sembrarás tu tierra y recogerás su fruto. Pero el séptimo la dejarás descansar, sin cultivarla, para que coman los pobres de su fruto, y lo que quede lo coman las bestias del campo.”
¡Pero qué van a comer las bestias del campo si llevan los pobres seis años sin comer!
FIESTAS.
Poner pone fiestas pero la cosa deriva más bien hacia entierros. Estupendos planes del Señor Dios para su pueblo elegido y exterminio para los que no lo son. Así son las cosas.

RATIFICACIÓN DE LA ALIANZA.
Moisés y otros sesenta y tres elegidos suben a ver al Señor Dios. Moisés apunta todo lo que le dice y prepara luego, con su pueblo, un festival de holocaustos y sangre a raudales
MOISÉS RECIBE LAS TABLAS DE LA LEY
Allá sube Moisés a la montaña, a por las tablas de la ley escritas por el mismo Señor Dios. Cuarenta días con sus noches tardó en bajar. Ya ni lo esperaban, pero volvió cargadito de tareas como podremos observar